La Unión Europea ha establecido unos objetivos de energías renovables, eficiencia energética y reducción de los gases de efectos invernadero (GEI) para el año 2030. Estos objetivos incluyen una reducción de los GEI del 40% (respecto a los niveles de 1990), un 32% de energía procedente de renovables sobre el consumo total de energía final b
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La Unión Europea ha establecido unos objetivos de energías renovables, eficiencia energética y reducción de los gases de efectos invernadero (GEI) para el año 2030. Estos objetivos incluyen una reducción de los GEI del 40% (respecto a los niveles de 1990), un 32% de energía procedente de renovables sobre el consumo total de energía final bruta y un aumento de la eficiencia energética en un 32,5%. Estos objetivos serán revisados cada 5 años. En ese momento la cuota podrá ser revisada al alza, nunca a la baja. En este contexto, cada país de la UE debe elaborar sus propios planes de energía y clima. En ellos se deberán especificar los objetivos nacionales. Estos deberán de ser, como mínimo, los objetivos de renovables y eficiencia energética establecidos para toda la Unión Europea.
Las medidas contempladas en el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) español permitirán alcanzar los siguientes resultados en 2030: 23% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990; 42% de renovables sobre el uso final de la energía; 39,5% de mejora de la eficiencia energética; 74% de energía renovable en la generación eléctrica.
En el largo plazo, la Unión Europea ha trazado un objetivo de decarbonización de la economía para el año 2050. Este objetivo lo ha asumido España como propio, que tratará de convertirse en un país neutro en carbono en 2050.
En la actualidad, Canarias presenta una dependencia energética de los combustibles fósiles y, por tanto, del exterior, del 96%. Hay que añadir la situación de redes débiles de las islas, en gran medida como consecuencia de tratarse de sistemas aislados, lo que complica aún más la generación y el abastecimiento eléctrico. En este contexto, el PNIEC plantea que la contribución en el mix eléctrico de las centrales de combustibles fósiles ubicadas en las Islas Canarias en el año 2030 se reduzcan en, al menos, un 50% respecto a la situación de 2019. Adicionalmente la Unión Europea y España han trazado un objetivo de decarbonización de la economía para el año 2050. En esta línea se plantea un escenario 100% renovable para las Islas Canarias en 2050.
El Pleno del Parlamento de Canarias declaró el 20 de enero de 2020 el estado de emergencia climática. Esta Declaración auspicia la tramitación y aprobación del cuerpo legislativo necesario para desarrollar las medidas de adaptación, mitigación y gobernanza en materia de lucha contra el cambio climático y transición energética. Esta declaración tiene como objetivo principal la descarbonización de la economía canaria en el año 2040.
En relación al sector energético, es relevante el peso de cada uno de los subsectores. El transporte consume el 87% de la demanda de energía, representando el subsector energético de mayor consumo. Le sigue, muy de lejos, la electricidad, que supone el 7,25% del consumo de energía. El resto de subsectores son poco representativos, siendo principalmente derivados del petróleo, incluyendo el butano y el propano para sus usos residencial e industrial, respectivamente. Con respecto a la participación de las energías renovables, su contribución se limita prácticamente al sector eléctrico, energía eólica y solar fotovoltaica, representando alrededor del 16,5% del consumo eléctrico a finales de 2019. El resto de renovables es poco significativo, representando el 0,23% del total del sector energético, que se fundamenta en una pequeña contribución de la energía solar térmica para agua caliente y algo de biomasa. De todos los subsectores merece, por tanto, especial mención, el de transporte. Dentro del sector transporte, el bunkering marítimo internacional representa el 47% del total del transporte, mientras que el bunkering del transporte aéreo internacional representa el 17% del transporte. Por lo tanto, en su conjunto, el bunkering internacional representa el 64% del consumo dedicado a transporte y 56% de la demanda global de energía. El 36% del consumo restante de transporte se reparte entre transporte terrestre y transporte marítimo y aéreo nacional, representando el transporte terrestre alrededor del 22% del total y el transporte marítimo y aéreo nacional alrededor de un 7% cada uno. Con respecto al consumo para transporte marítimo y aéreo nacional, más de la mitad está destinado a transporte marítimo y aéreo. Por tanto, la navegación aérea y marítima internacional y peninsular supone alrededor del 72% de la demanda total del transporte y alrededor del 63% de la demanda total de energía.
El cumplimiento de los objetivos de decarbonización en las Islas Canarias implica aumentar sustancialmente la contribución de energías renovables. Estas altas contribuciones de energías renovables, mayormente no gestionables, en las redes insulares representan sin duda un desafío en la gestión eléctrica además de plantear la necesidad de contar con grandes sistemas de almacenamiento.
Adicionalmente, se prevé un progresivo crecimiento de la electrificación de sectores tradicionalmente cubiertos directamente por combustibles fósiles, como es el caso del vehículo eléctrico o la mayor implantación de sistemas térmicos eléctricos (bombas de calor) que supondrán una gran transformación del sistema eléctrico canario.
La transformación del actual sistema energético por un sistema energético renovable supone un gran reto tecnológico y económico pero también un cambio con enormes repercusiones sociales y medioambientales.
Sin embargo, la escasez de profesionales en el sector pone en peligro la consecución de estos objetivos, poniendo de evidencia la necesidad que existe en formación en materia de energías renovables y transición energética en Canarias, en particular para ingenieros industriales y de otros ámbitos de la ingeniería, cuya especialización en estos temas es de vital importancia para poder afrontar los retos a los que nos enfrentamos en Canarias para abordar la tan necesaria transición energética.
Es por ello por lo que la formación a nivel de master es esencial y, por tanto, el master propio (magister) de la ULPGC en energías renovables y transición energética viene a dar respuesta a las necesidades de formación de los ingenieros que quieran acceder al mercado laboral que se abre en el ámbito de las energías renovables en estas islas.
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